Uno de los momentos más espantosos en la vida de cualquier padre es cuando su hijo adolescente saca la licencia de conducir y empieza a manejar sólo. Estas preocupaciones son muy racionales, y son basadas en la ciencia y las estadísticas. ¿Qué puede hacer usted para minimizar la probabilidad de un accidente grave para su adolescente hasta que obtenga experiencia y aprenda a manejar de manera prudente?
Las Causas de Los Choques Adolescentes
Las estadísticas demuestran que es entre dos y tres veces más probable que un adolescente muera en un accidente automovilístico que un adulto. Hay varios factores que contribuyen a la sobrerrepresentación de muertes adolescentes en los choques.
Es más probable que un conductor adolescente se distrae o tome riesgos imprudentes cuando haya compañeros de su misma edad en el auto. Las estadísticas prueban que el riesgo de un choque aumenta considerable con cada pasajero adolescente adicional – pero que tener un adulto en el auto reduce enormemente el riesgo.
Los adolescentes también son mucho más propensos a manejar sin cinturón, a manejar sobre el límite de velocidad, y también a no dejar espacio adecuado entre su auto y el auto adelante (enlace en inglés). Casi la mitad de los adolescentes reportan que usan el celular mientras manejan por lo menos ocasionalmente, si no a menudo.
Qué Puede Hacer Usted
Un adolescente tiene que entender que su licencia de conducir viene con reglas estrictas, y con consecuencias si no las siguen. Tienen que entender que un momento de imprudencia les puede arruinar la vida para siempre, y la vida de los demás conductores en la calle también.
Si sus circunstancias permiten, es buena idea limitar el número de pasajeros adolescentes que su hijo pueda llevar. Explíquele los peligros de manejar distraído por los amigos, por el celular, y por la radio. Limite las ocasiones en que su hijo maneje de noche hasta que obtenga más experiencia manejando de día.
La muerte de un adolescente siempre es trágica, pero es mucho peor cuando el accidente era prevenible, y el resultado de un momento de imprudencia. Para el bien de su hijo, y de todos los demás que comparten la calle con él, tome pasos para minimizar la probabilidad de un accidente trágico y evitable.